INTERES GENERAL : violencia laboral

La Dra. María Cristina Carrera aseguró que dentro de los consorcios existen numerosos casos de violencia laboral hacia los encargados Subrayó que hay múltiples estrategias que utilizan los propietarios para que los trabajadores terminen destruídos anímicamente y finalmente abandonen su puesto.


"La violencia laboral es un proceso sumamente complejo y se da cuando a un trabajador le hacen sentir que no sirve para nada, cuando pierde su autoestima, el amor a sí mismo y siente que ya no hay ningún sentido para seguir viviendo.", subrayó la Dra. María Cristina Carrera, especialista en métodos de resolución de conflictos.

Así la Dra. Carrera, en el Taller de Actualización en Propiedad Horizontal , abrió el debate sobre un tema poco analizado dentro de la comunidad consorcial. Según ella, la lesión psicológica es la más grave que puede sufrir un trabajador porque es la que no se ve y la que no se puede tratar.

Quién es quién

La especialista en derecho laboral señaló que lo primero que se tiene que tener en cuenta para prevenir un conflicto son los roles que existen dentro de un consorcio. "Nos vamos a encontrar con el administrador -y no lo nombro primero por demagogia sino porque es aquel que tiene sobre su cabeza todas las responsabilidades y el que tiene permanentemente en juego su fuente de trabajo-, luego tenemos a los copropietarios -que todos los somos- y por último, al consejo de administración cuya única función es controlar al administrador", señaló.

Explicó que entender quién es quién dentro de un consorcio es esencial para poder resolver los problemas que surjan con el encargado en la medida en que nos permitirán saber cómo se debe actuar. "De estas tres figuras hay una sola persona -el administrador- que puede y debe dar las órdenes al encargado", advirtió a los presentes.

El "mobbing" o maltrato laboral

Teniendo en cuenta la infinidad de conflictos que pueden surgir dentro de un edificio, resaltó que en los últimos años ha aparecido una figura nueva: el "mobbing", que significa atropellar a la gente y que hace referencia a lo que todos conocemos como violencia o maltrato laboral.

En principio, explicó que la violencia laboral es un proceso y no un hecho que sucede en un momento determinado: "es un proceso prolongado que se hace contra el encargado y en el que fundamentalmente se le trata de quitar la autoestima".

Destacó que existe una serie de estrategias para hacer que la víctima deje el trabajo o, en definitiva, termine destruída psicológicamente. Sostuvo que en Argentina hubo y hay proyectos para establecer esta figura dentro de la ley de Contrato de Trabajo pero que aún no existe nada definido. "Se ha buscado por otros medios -como por ejemplo por la Constitución Nacional, por el artículo 17 del Contrato de Trabajo o por el Pacto de San José de Costa Rica- luchar contra esta problemática", expresó.

Las etapas de la violencia laboral

La Dra. Carrera subrayó que hay diferentes etapas del móvil en la violencia laboral. "Lo primero que aparece es el factor sorpresa, ¿cómo es el factor sorpresa en el caso de un encargado?. Imaginemos a un trabajador que se levanta todos los días a lavar la vereda y -a modo de ejemplo- a un copropietario que no deja de criticarlo y decirle que no cambió el agua y que es un sucio".

Según ella, esta actitud hacia el encargado se va incrementando, y no solo eso sino que además ese copropietario "no se queda solo, va tratando de buscar cómplices dentro del edificio. Le puede decir a sus vecinos que vean el balde de "Julio" –por dar un ejemplo- para que comprueben que es un asco; y sino les propone que salgan a la hora de la siesta para que vean que cuando está en la puerta mira a las mujeres convirtiéndolo injustamente en un perverso".

A partir de esta situación, el encargado empieza a sentirse mal, "entonces va al clínico y éste cuando se da cuenta que sufre de depresión porque tiene la autoestima por el piso, lo va a derivar al psiquiatra. Ahí empiezan las interconsultas de los distintos profesionales y en consecuencia, las licencias por enfermedad. Hay que tener en cuenta que la depresión puede ir acompañada de ataque de pánico y se puede llegar al despido indirecto".

Según la Dra. Carrera, este problema es de tal gravedad que en España existe un registro en el que se elaboraron estadísticas de los índices de suicidios que se produjeron debido a la violencia laboral. "Acá también hubo un caso en la justicia del trabajo, de una secretaria que se tiró por el balcón a raíz del maltrato de un juez", agregó.

La envidia al encargado

La Dra. Carrera reflexionó que en este sector, en muchas oportunidades, se debe buscar la causa de la violencia laboral en la envidia. "Hay gente que argumenta que en cualquier momento se hace portero porque piensa que mientras que ellos trabajan 9 horas y tienen que pagar expensas, el encargado vive gratis, le pagan los impuestos, el dos de octubre recibe regalos, le llevan el diario y encima duerme la siesta de las 12 a las 17 hs y que el consorcista no se atreva a tocar el timbre porque no será escuchado", señaló.

Teniendo en cuenta esto, se preguntó cuál es el perfil del maltratador, de la persona que llega al punto de cometer hechos considerados dentro de la figura de violencia laboral: "no es cualquier tipo de persona". Explicó que dentro del maltratador uno encuentra a una personalidad paranoica: "una persona que se siente perseguida y también se los puede calificar como psicópatas porque no sienten culpa. Ellos pueden maltratar sin sentirse culpables de lo que están haciendo".

El rol del administrador

La Dra. Carrera aseguró que los administradores deben estar atentos y prevenir cualquier caso de violencia laboral. "Para evitar dolores de cabeza tienen que conversar y escuchar, ponerse en el lugar del otro y preguntarle al encargado cómo se siente", manifestó.

En el caso de que exista algún conflicto o que el trabajador les hiciera algún planteo tienen rápidamente que hablarlo con el consorcio para tratar de solucionarlo.

Por último, señaló que ante el comienzo de una relación en la que un trabajador es maltratado no puede considerarse despedido, lo primero que tiene que hacer es pedirle al administrador que articule todo lo necesario para que se produzca un cambio de conducta que le ponga fin a esa situación.